28 diciembre, 2006

Conclusión

¿Qué pueden esperar los mexicanos bajo el yugo de la derecha y la ultraderecha operando sus agendas a través de Felipe Calderón?

Podemos dar una respuesta parcial a esta pregunta con lo poco que se ha visto en los primeros días de gobierno de éste individuo al servicio de intereses ajenos a los verdaderos y prioritarios intereses de la Patria. Las dos primeras semanas de gobierno de Felipe Calderón serán más que suficientes para hacer una proyección a futuro sobre lo que habrá de venir.

Mucho más importante que las promesas de relumbrón que Felipe Calderón está reciclando de la era foxista al asumir la Presidencia de México, mal copiando algo aquí y algo allá de lo que proponía López Obrador, es el hecho de que en su primer día como Presidente se presentó en persona:





en el Campo Militar Marte ofreciéndole a las tropas una mejoría en sus ingresos y condiciones de vida, acción a la cual le dará seguimiento unos cuantos días después. Y es que, dadas las circunstancias en las cuales llegó a la cumbre del poder, ahora más que nunca, más que ningún otro Presidente en la historia reciente de México, necesita allegarse de la lealtad incondicional del Ejército para lo que haya de venir, para que la tropa le sea incondicionalmente fiel... ¿en caso de que tenga que haber una represión violenta o un derramamiento de sangre? ¿Así como lo han hecho el dictador marxista norcoreano Kim Il-Sung y su junior Kim Jong-Il, el dictador chileno Augusto Pinochet, y los dictadores sudamericanos y centroamericanos representativos de los gorilatos que estaban acostumbrados al uso de la fuerza bruta para evitar ser desbancados del poder? Sobre todo cuando a menos de una semana de haber tomado posesión de su cargo, Felipe Calderón desatará una cacería con todos los recursos disponibles del Estado a su alcance para dar inicio a lo que parece ser un aniquilamiento sistemático de la oposición, de lo cual el destacado articulista José Gil Olmos de la revista PROCESO dirá lo siguiente en un artículo suyo aparecido el 6 de diciembre del 2006 bajo el título "La Nueva Guerra Sucia":

Mientras el nuevo presidente Felipe Calderón y sus socios de las televisoras han iniciado una campaña de imagen democrática en Oaxaca, la represión a la que son sometidos maestros y miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) da la impresión de que estamos en ciernes de una nueva guerra sucia en contra de cualquier movimiento social en México, situación que creíamos ya superada.

La detención el lunes por la noche de Flavio Sosa, su hermano Horacio, así como dos miembros de la dirigencia de la APPO, Ignacio García Maldonado y Marcelino Coache Verano, por agentes de la AFI en víspera de un encuentro con la Secretaría de Gobernación, huele a celada. Y también a traición, ambas señales claras de una guerra sucia en la que poco o casi nada se puede confiar de la postura gubernamental.

Desde hace una semana y media en Oaxaca se ha desplegado un operativo de terror policiaco-militar sin precedente en la historia del país. Comandos especiales, fuertemente armados, algunos de ellos embozados, han entrado en las escuelas primarias y también en los barrios y colonias populares, a fin de detener a quienes ellos consideran han participado en las protestas de la APPO.

Hay evidencias de que el operativo fue diseñado por mandos militares pues se trata de una estrategia prevista en un manual que tiene la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para evitar disturbios civiles.

El general Francisco Gallardo, en una reciente entrevista, explica precisamente cómo este manual ya fue usado por las Fuerzas Armadas en San Lázaro el pasado 1 de diciembre, a fin de permitir la unción de Felipe Calderón, y ahora es aplicado en Oaxaca en contra de un movimiento popular.

“El manual de disturbios civiles es para manejar las masas e impedir un disturbio civil, y para ello se contempla desde la presentación de la fuerza, como fue con la instalación de las vallas alrededor de San Lázaro, o en Oaxaca, cuando hicieron presencia las fuerzas federales de la Policía Federal Preventiva (PFP), hasta la utilización de la violencia con el uso de las tanquetas antimotines, de químicos, incluso la utilización de francotiradores, en donde se aplica la técnica de selección de objetivos, es decir, la aniquilación de los líderes en caso concreto, bajo la idea de que si se aniquila un líder se descabeza un movimiento”, explicó el general Gallardo.

La estrategia seguida en Oaxaca para descabezar el movimiento de la APPO es claramente militar: se establecieron las vallas metálicas en el centro histórico de la ciudad como señal de contención, después se pasó a la etapa de persecución cuando activistas y dirigencia fueron sometidos a un fuerte espionaje, y 141 fueron detenidos y trasladados al penal de alta seguridad de Nayarit, considerados personajes de “alta peligrosidad”.

Al mismo tiempo, la dirigencia ha sido acorralada y obligada a salir del estado, mientras que todas las escuelas de la entidad se encuentran bajo vigilancia y algunas ya fueron allanadas por comandos de asalto, y se ha puesto en acción una campaña de desprestigio en contra de la oposición.

Los organismos de derechos humanos han catalogado la situación como “un estado de indefensión”. La Liga Mexicana de Derechos Humanos (Limedh), la que más ha dado seguimiento al conflicto en Oaxaca, reportó el saldo del conflicto: "15 ejecuciones, 200 detenidos, 150 lesionados, más de una treintena de 'desaparecidos', y están por ejecutarse, otras 200 órdenes de aprehensión".

Esta grave situación no se había presentado en el país desde hace más de 30 años. Esto es, en Oaxaca se está desarrollando una nueva versión de la “guerra sucia” de los setenta, con el agravante de que supuestamente respiramos aires democráticos.

Como entonces, hoy en Oaxaca existen desaparecidos, muertos, heridos, detenidos y perseguidos por razones políticas, y no por cuestiones judiciales, como nos quieren hacer creer el gobernador priista Ulises Ruiz, y el presidente Felipe Calderón, con la ayuda de Televisa, TV Azteca, la radio y algunos medios escritos que han creado una imagen de violencia en los simpatizantes de la APPO, cuando la violencia ha sido generada por el mandatario estatal.

La persecución política es un remanente del sistema autoritario que encabezaba el PRI, pero que el gobierno de derecha de Vicente Fox y ahora el de Calderón han decidido mantener.

Esto nos habla de una manera deforme de ver la realidad social del país y de tratar de resolver los problemas con medidas de fuerza, y no a través de terminar con los factores que dan origen a toda inconformidad social: pobreza, desempleo, desigualdad, marginación y hasta racismo.

El gobierno de Calderón y de Ulises Ruiz, sin embargo, olvidan un aspecto fundamental: la violencia genera violencia, sobre todo si viene del Estado.

Los grupos armados que siguen operando ya declararon en sendos comunicados que están evaluando cómo van a responder a la represión gubernamental, y están en la posibilidad de continuar con la vía militar como ya lo hicieron con los bombazos del pasado 5 de noviembre por la noche en las sedes del PRI, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación e instalaciones bancarias.

Hasta el momento no tenemos información clara de los alcances de su fuerza militar, ni tampoco del número de activistas dispuestos a realizar actos de insurgencia armada. Es posible que no tengan un amplio número de elementos activos, sobre todo después de las importantes divisiones que sufrieron hace cinco años, así como de las bajas en sus mandos, como fue el caso del comandante José Antonio, líder del ERPI.

Pero con los que tengan podrían hacer tambalear al nuevo gobierno de Felipe Calderón, que adolece precisamente de solidez para enfrentar problemas más graves, como el narcotráfico en todo el país.

A nadie conviene seguir por el camino que se ha tomado en Oaxaca, la permanencia de Ulises Ruiz como gobernador ya ha tenido un alto costo. La reedición de la guerra sucia de los setenta no conviene a nadie y menos a un gobierno que se presume democrático y negociador.

Los hechos que irán ocurriendo a los pocos días de haber sido publicado este artículo le irán dando toda la razón a este conocido articulista de la revista PROCESO. En el mismo tenor, aparecerá publicado en-línea por la agencia noticiosa APRO el 22 de diciembre del 2006 un editorial de Sara Lovera titulado "La Militarización", que dice lo siguiente:

Un régimen legítimo no tiene por qué mostrar a sus policías y a sus militares, dice, palabras más palabras menos, Guillermo Almeida en un artículo reciente. Y eso me hizo reflexionar sobre los primeros días de la administración del régimen, donde Felipe Calderón se ostenta como el jefe.

El despliegue de las fuerzas militares y policíacas como primeras acciones de un gobierno espurio, le hacen actuar precisamente por su debilidad, como gobierno golpista que necesita de las Fuerzas Armadas para sostenerse, que utiliza en su discurso mensajes de miedo y anuncia que no parará.

El pretexto ha sido el tema del narcotráfico, pero ha tenido poco cuidado. También habló ya de lo que viven y sienten él y sus correligionarios, como revuelta social.

Se trata de un comienzo muy peligroso, de tintes y rasgos autoritarios y, por tanto, misóginos y excluyentes.

En paralelo, las cárceles se llenan de ciudadanos que hacen protesta social como los presos de Oaxaca. No han pasado más que unos cuantos días y su gobierno ya reprimió a un puñado de mujeres mazahuas que hicieron manifestación, y fuerza para que se les atienda una vieja demanda de dotación de agua para sus comunidades. No se hizo ni intento de diálogo. ¿Quién protestará por esta acción? Es una clara manifestación de odio por las mujeres que protestan.

La militarización entraña una serie de secuelas especialmente lamentables, no sólo por el carácter autoritario de quien las moviliza, de su demostración de debilidad ante su ilegitimidad frente a la población que no lo ha elegido, sino que las paradas militares son una amenaza para la seguridad e integridad de las mujeres.

Todas sabemos qué significaron ya los abusos contra las hermanas de San Salvador Atenco. Hay una narrativa documentada sobre la vida en Chiapas militarizada. La historia nada inocente de Las Visitadoras que narró desde la realidad Mario Vargas Llosa, muestra con elocuencia cómo se conduce un régimen militar, cómo piensa, cómo ubica sus reales o imaginarios enemigos y cómo carece de todo respeto, precisamente a la ley, la que sea, la que esté vigente.

¿Será que Felipe no conoce a Mario Vargas Llosa, escritor latinoamericano? ¿O será que sus apoyos para llegar a la silla ahora le exigen cuentas y acciones? Tal vez sí tiene un buen plan para acabar con los pobres… matándolos.

El anuncio de militarizar la frontera sur es un escándalo. En la frontera con Guatemala se concentra, se sintetiza la crítica situación de pobreza y abandono de nuestros pueblos, y para atemperar o encubrir la situación y hacerle un dique, se enviarán sólo policías. Me temo que este es un compromiso con el gobierno de Estados Unidos y los caciques de la región.

Me acuerdo perfectamente de lo que significaron en Chiapas los retenes militares: no sólo la falta de libertad, la alteración cotidiana de la legalidad --esa con la que se llena la boca Felipe--, porque en los retenes se filma a quien pasa por ellos; se exige la identificación; se violan las garantías individuales plasmadas en la Constitución que, ya lo sabemos, está rebasada, sino que la parada militar obliga a establecer reglas para los pueblos y comunidades, acciones extraterritoriales y encima se abusa de sus habitantes.

Martha Figueroa, la abogada emblemática defensora de las tres mujeres tzeltales violadas por los militares en Altamirano, Chiapas, ha documentado en qué consiste la vida de las mujeres en esa entidad militarizada.

Ahora sabemos --porque la debilidad obliga a enseñar las armas, como único medio de control--, que se ha militarizado Michoacán; que las fuerzas policíacas-militares se disponen en Oaxaca para reprimir a la población; crecen en Guerrero, se extienden en los caminos hacia el norte; se apostan en Sinaloa y Jalisco; aparecen en las costas y en las montañas; anuncian su llegada a otras partes del país, sin recato, sin vergüenza y sin considerar a la República. Se supone que las entidades son autónomas políticamente hablando. Ahora se obvia esta situación.

En estos días se decidirá el presupuesto. Felipe ha enviado un volumen abultado de recursos para el aparato policial, disminuyendo recursos sustantivos para la educación del alma, que es la cultura, el futuro que es la tecnología y la paz que son el respeto a los derechos humanos y la aplicación de las garantías individuales.

Tenemos que preocuparnos como mujeres, como personas, como ciudadanas, porque el silencio y la indiferencia han producido muchos dictadores en el mundo, fortalecidos por los más nefastos intereses del capital y el poder. Este es el caso. Pararlo urge.

A diferencia de lo que está ocurriendo en México, en Venezuela el Presidente de izquierda Hugo Chávez, el mismo a quien la dupla Yunque-PAN estuvo denigrando en sus groseros spots como un tirano sanguinario comparándolo en el mismo tono despectivo con Andrés Manuel López Obrador al calificar a éste último como un peligro para México, el mismo a quien Felipe Calderón evitó visitar en su gira "triunfal" por Sudamérica tras el proceso electoral de julio del 2006, triunfó por un amplio margen en unos comicios limpios sin las graves manchas e irregularidades con las cuales los poderes fácticos aplastaron no sólo a López Obrador sino también a un porcentaje importante del pueblo de México. Y es que, para fortuna de los venezolanos, en su país no tienen un monstruo mediático como TELEVISA manipulador de la opinión pública, y tampoco padecen de las intrigas de una organización secreta de ultraderecha como la Organización Nacional del Yunque. Aún no.

Interesantemente, tras la manipulación deliberada y tergiversada de la opinión pública llevada a cabo a través de los grandes consorcios mediáticos durante las elecciones presidenciales del 2006, los niveles de rating irán en picada, de acuerdo con el reporte comparativo mensual de IBOPE, según el cual, de acuerdo con lo que resume el articulista Jenaro Villamil de la revista PROCESO:

(1) Los dos noticieros estelares de Canal 2 y Canal 13, El Noticiero con Joaquín López Dóriga y Hechos de la Noche, conducido por Javier Alatorre, registraron en octubre un descenso importante. El primero tuvo 15.2 puntos en promedio, menor a los 19.5 puntos de mayo y a los 17.7 puntos de agosto. A su vez, el noticiario de Alatorre registró 11.8 puntos en octubre, menor a los 16.6 puntos de mayo y a los 14.5 de agosto.

(2) Los programas de debate y análisis político también han disminuido en rating. El caso más dramático es Entre Tres, de Canal 13, que sólo tuvo 1.9 puntos en promedio en octubre. Tercer Grado, en Canal 2, pasó de 7.8 puntos en agosto a 6.4 puntos en octubre. Zona Abierta pasó de 4.8 puntos en mayo a sólo 3 puntos en octubre.

(3) El programa semanal de Brozo, transmitido cada viernes, registró sólo 7.8 puntos de rating en Canal 2, un nivel muy bajo para el horario, la señal y el día. Las caricaturas de El Chavo tuvieron más audiencia que Brozo: 13.8 puntos en promedio.

(4) Salvo las telenovelas (La fea más bella encabeza el rating con 39.8 y Mundo de fieras con 23.5), las emisiones cómicas de Canal 2 también han disminuido en audiencia: La hora pico bajó de 18.2 en agosto a 14.5 puntos en octubre. Sólo La parodia subió ligeramente, de 11 a 11.4 puntos en el mismo período.

(5) Las telenovelas de TV Azteca, que antes compitieron con Televisa, están en sus niveles más bajos de audiencia: Montecristo registró 14.2 puntos, Campeones 9.7 y La vida es una canción 9 puntos en octubre. En agosto, la telenovela estelar de Canal 13, Amor en custodia, llegó a 23 puntos.

En realidad, a estas alturas, con la cruda realidad de los hechos a la vista de muchos, las pérdidas económicas o inclusive la quiebra de estos consorcios posiblemente no despertaría ninguna lástima entre un segmento considerable de la población mexicana.

Sobre el arresto de uno de los principales dirigentes de la APPO, Flavio Sosa:





ordenado personalmente por el flamante "presidente" Felipe Calderón, cuando el primero se encontraba en la Ciudad de México para dialogar con la Secretaría de Gobernación una solución final pacífica al conflicto de Oaxaca, el connotado editorialista Miguel Angel Ferrer de la revista Siempre! tiene que decirnos lo siguiente en un artículo suyo titulado "Rasgos de la dictadura: Demagogia y traición", publicado por dicha revista en su edición número 2791 el domingo 10 de diciembre del 2006:

Más aún: qué ciudadano honrado puede tener confianza en un gobernante cuya divisa es el engaño, la felonía, la impostura.

Lo que hizo y está haciendo Felipe Calderón con los dirigentes y miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca:





ya lo hicieron antes, con otros luchadores sociales, Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz y Luis Echeverría. Las víctimas de entonces fueron, entre muchos otros héroes civiles, Othón Salazar, Demetrio Vallejo, Valentín Campa, David Alfaro Siqueiros, Miguel Aroche Parra, los líderes del movimiento médico y Heberto Castillo.

¿Y qué pasó? Que mientras esos presidentes priístas fueron arrojados al basurero de la historia patria, aquellos presos de entonces gozan hoy de la gratitud y la admiración de la nación mexicana. Para los carceleros y asesinos, desprecio histórico; para las víctimas, gratitud y honor eternos.

Pero no son éstas las únicas reflexiones posibles sobre la semejanza del calderonismo con aquellos presidentes, dos de los cuales al menos —Díaz Ordaz y Echeverría—, pueden ser calificados con justeza y precisión de genocidas.

También es posible reflexionar sobre la hipocresía de aquellos presidentes que ofrecían el imperio de la ley, el diálogo, la mano extendida y la apertura democrática, y que, en cambio, entregaban una feroz y sanguinaria dictadura que condenaba a los patriotas a largos años de cárcel, al secuestro, a la desaparición forzada o al asesinato.

Esa misma hipocresía es visible en las palabras y actos de Calderón. Se ofreció diálogo y se da traición. Se convocó a la paz y se hace la guerra. Se prometió democracia y se entrega dictadura. Hoy de nuevo, como en aquellos viejos tiempos del priísmo podrido, la demagogia es el rasgo esencial del gobierno.

A partir de la traición del lunes 4 de diciembre, qué líder popular, qué dirigente sindical, qué jefe de movimiento social puede confiar en los ofrecimientos calderonianos. Más aún: qué ciudadano honrado puede tener confianza en un gobernante cuya divisa es el engaño, la felonía, la impostura.

Pero para los luchadores sociales, la demagogia gubernamental tiene sus ventajas. A partir de la traición del michoacano a los líderes del movimiento oaxaqueño, queda claro que los llamados gubernamentales al diálogo son una trampa. Que los inconformes sólo pueden esperar del calderonismo las tres clásicas opciones de la dictadura: encierro, destierro o entierro.

Sólo que, como bien se sabe desde los tiempos de Espartaco, la lucha social no cesa ni aunque haya millones de crucificados. La lucha social habrá de tomar otros caminos para enfrentar a la dictadura.

Las intenciones de Felipe Calderón de subirle las percepciones económicas a los miembros de las fuerzas armadas con el fin urgente de allegarse lealtades se dieron justo al mismo tiempo en el que, dentro de su plan de recorte presupuestario, manifestó su claro deseo de disminuír en más de un siete por ciento el presupuesto para la educación media y la educación superior en México, impactando duramente a la educación pública y a las clases populares, algo que ni siquiera su torpe predecesor pro-Yunquista Vicente Fox se había atrevido a hacer en sus seis años de mal gobierno. Ni siquiera detuvieron a Felipe Calderón los repetidos señalamientos que ha estado haciendo gente tan distinguida como el Rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente (a quien por cierto el candidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador quería designar como Secretario de Educación Pública, puesto que a fin de cuentas fué para la panista Josefina Vázquez Mota por meros compromisos partidistas de campaña contraídos por Felipe Calderón con sus compadres del alma) en el sentido de que el abandono de la educación superior en México ha llegado ya a extremos críticos que han lesionado gravemente al país. Sin embargo, una medida de este tipo era de esperarse de alguien como Felipe Calderón conociendo la naturaleza de las fuerzas obscurantistas operando detrás de él. El desprecio profundo en contra de la educación pública laica en México hirviendo en las venas de la extrema derecha es más que evidente con sólo leer lo que la misma Universidad Autónoma de Guadalajara ha publicado desde siempre sobre sus propios orígenes, de lo cual ha dejado un amplio rastro de evidencias documentales, a grado tal que nada les daría más gusto que ver desaparecer a su "competidora" la Universidad de Guadalajara, esa universidad estatal pública proveedora de educación gratuita a la cual todos los miembros de la sociedad neo-Nazi secreta "Tecos" de la UAG se les enseña a detestar desde el momento en el que son reclutados. Un recorte presupuestario drástico a las instituciones públicas de educación superior sólo podría beneficiar directamente a universidades privadas de paga como la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara y el conjunto de las universidades Anáhuac (fundadas por el degenerado cuan irredento pedófilo Marcial Maciel) disminuyendo la oferta educativa y obligando a muchos estudiantes de escasos recursos a inscribirse con grandes sacrificios en estas universidades de paga en donde los dueños los pueden "educar" o influír -lo quieran o no- al gusto de las agendas de la ultraderecha.

¿Y entonces en qué quedaron las promesas de campaña de Felipe Calderón de conseguir el 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto para la educación superior y el 1 por ciento para ciencia y tecnología? Pues, en una vil mentira, como las miles de mentiras a las que están acostumbrados a inventar los ideólogos del Yunque sentados en un sofá de la sala.

De cualquier modo, el severo recorte presupuestario deseado por Felipe Calderón sólo estaba dirigido en contra de la enseñanza media y superior, ya que en lo que a la educación pública básica respecta, los 41 mil millones de pesos prometidos por Felipe Calderón a la "maestra" Elba Esther Gordillo y anunciados por ella misma pomposamente un domingo 15 de octubre del 2006 se mantienen intocables, un caudal de dinero garantizado por el flamante Presidente de México para permitirle tener contentos con ella a todos sus agremiados en el SNTE, ayudándole así en sus intenciones de poder eternizarse en las redes del poder como líder "charra" como parte del pago de las facturas contraídas con esta traidora nata en recompensa por ayudarle a la derecha y a la ultraderecha atornillarse otros seis años en la silla presidencial. En este pago de facturas, hasta el yerno de la "maestra", Fernando González:





resultará personalmente beneficiado, al igual que los buitres que se alimentan de la carroña y los despojos con los que las aves de rapiña suelen nutrir sus voraces apetitos. De hecho, no es la primera vez que este sujeto sale ampliamente beneficiado gracias al descarado nepotismo practicado abiertamente por su suegra bajo la complacencia de quienquiera que esté en el poder. A manera de ejemplo, podemos citar que en aquellos tiempos en los que tanto él como su corrupta suegra se proclamaban los más leales priistas que pudiera haber en la faz del planeta, su suegra en el 2002 con sus poderosas y gangsteriles influencias lo colocó nada menos que como director del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político del mismo PRI, en reconocimiento a la "indiscutible lealtad" que ambos profesaban en aquél entonces hacia el hegemónico PRI del cual juraban que jamás renegarían bajo ninguna circunstancia.

La portada de la revista Siempre! no dejará duda alguna al respecto sobre cuáles serán las probables consecuencias -nefastas- de este nombramiento:





En el interior de la revista, en relación a la portada, aparece el editorial principal publicado el 17 de diciembre del 2006 en el número 2792 de la revista, precisamente bajo el encabezado "Cobro de Facturas", en donde podemos leer lo siguiente:

Han pasado dos semanas desde que Felipe Calderón Hinojosa asumió la Presidencia de la República. En ese lapso, durante el cual se van los secretarios de despacho del anterior gobierno y llegan los nuevos, la expectación ha girado en torno a la designación de los subsecretarios, los directores generales, los encargados de los organismos descentralizados o autónomos.

Sabe pues el Presidente que entre los nombramientos de la última semana hay algunos destinados a cubrir los compromisos contraídos durante la campaña. Llama la atención que puestos tantas veces estratégicos del gobierno federal sean utilizados para pagar deudas políticas, considerando que muchos de esos cargos son fundamentales para mantener en marcha los programas de un gobierno, de cualquier gobierno. Y a veces hasta para ponerlos en marcha.

Está más que probado que los errores, de buena o de mala fe, las sutiles interferencias en una subsecretaría de Estado pueden trastocar o cuando menos retrasar las soluciones de los problemas.

De ahí que sólo quepa esperar a que el tiempo nos permita averiguar las verdaderas razones por las que el presidente Calderón decidió designar subsecretario de Educación Básica en la Secretaría de Educación Pública, al licenciado Fernando González, yerno de la profesora Elba Esther Gordillo. Sólo con el tiempo sabremos por qué entrega una subsecretaría clave a la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Si reconocemos que en los problemas educativos está la génesis de todos los problemas nacionales, tendremos que concluir que la educación básica es el primer escalón para elevar la calidad de la instrucción e impartición de conocimientos.

Si estamos de acuerdo con que la educación, particularmente la educación básica, es el nudo gordiano que hay que romper para salir del círculo perverso de la desigualdad y la pobreza e incorporarnos a la modernidad que pasa como bólido a nuestro lado, no se entiende bien a bien que una posición tan estratégica para cualquier proyecto educativo se le haya entregado a un funcionario que, desde cualquier ángulo, está comprometido primero con el SNTE.

La tarea esencial, fundamental de cualquiera organización laboral como el SNTE, es la vigilancia de que se respeten los derechos de sus afiliados, los maestros y los trabajadores del sector educativo, obtener mayores y mejores prestaciones para ellos.

A pesar del discurso que habla de un compromiso con la educación, no puede perderse de vista que al final de la jornada la tarea primordial del SNTE es custodiar los derechos laborales de sus afiliados. Si en el desempeño de esa tarea sindical se puede contribuir a ayudar a mejorar la educación, será un aliado, pero si cualquier proyecto de mejoría choca con los intereses sindicales, pues el SNTE será un adversario.

Así de sencillo, así de complicado, porque al fin y al cabo la tarea primaria de la organización es la defensa de los derechos laborales.

¿Cómo contribuir con proyectos y trabajo a la mejora de la educación, si en algún momento su labor puede oponerse a su obligación moral para con el liderazgo del SNTE?

Por lo pronto, el dilema será personal del licenciado González, pero después será un reto para el gobierno del presidente Calderón, porque el pago de una deuda política puede salir demasiado caro.

Quizá debió buscarse otra fórmula para saldar la presunta deuda política con la lideresa magisterial. Una posición en la cual se tuviera la garantía que el funcionario sólo atenderá los intereses del Ejecutivo, de nadie más.

En la política de las naciones más modernas, contaba un diplomático europeo, para ganar elecciones todos los funcionarios hacen compromisos. Y tienen que cumplirlos con nombramientos. Pero se procura cubrir las deudas políticas con designaciones a posiciones donde puedan hacer el menor daño posible. De preferencia se les designa para posiciones de gran lucimiento, aunque de poco esfuerzo y, por lo tanto, donde la influencia es relativa.

En mi país, decía, los jefes de Estado mandan a sus amigos más cercanos —y no particularmente brillantes— a puestos del servicio exterior donde no tengan ningún margen para equivocarse. Así se paga una deuda política, y no se daña ni al servicio de carrera ni a la política exterior.

El presidente Calderón ha decidido proceder distinto. Ha empezado a pagar deudas políticas en puestos sensibles. Es su privilegio, porque la Constitución le otorga al Presidente de la República la facultad de designar o remover a sus colaboradores. Y se la otorga porque, el artículo 80 dice que “…se deposita el Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará «Presidente de los Estados Unidos Mexicanos»”.

Eso otorga un enorme poder a quien resulta elegido Presidente de la República, pero también le impone una formidable responsabilidad.

La responsabilidad de asumir las consecuencias de los errores de sus colaboradores. El poder presidencial aún es formidable, aunque lo hayan ocultado las torpes cortinas de humo de la dislocada presidencia foxista. El presidente Calderón ha asumido esos instrumentos del poder presidencial. Tendrá que asumir, entonces, sus consecuencias.

Y recordar aquella frase lapidaria de José López Portillo: “…A los presidentes nos dan todo cuando llegamos… Cuando nos vamos, nos quitan todo…”

Sí, porque los errores presidenciales siempre los hemos pagado muy caro todos los mexicanos.

El nombramiento dado al yerno de Elba Esther Gordillo no es cualquier cosa, es un cargo estratégico para que ella pueda operar el escalafón de los maestros y pueda “mantener a raya” en la mayor de las impunidades posibles con la bendición absoluta de Felipe Calderón a todo aquél que no simpatice con el proyecto calderonista y las ambiciones políticas de la dupla Calderón-Gordillo, además de que así la "maestra" podrá manejar los cambios de adscripción y plazas. De este modo, nada más por lo que se refiere al aspecto económico, y de acuerdo con el Presupuesto de Egresos para 2007 que envió el presidente Calderón a la Cámara de Diputados, las cuatro posiciones claves entregadas en charola de plata por Felipe Calderón en tan solo sus primeras dos semanas de gobierno a incondicionales de la "maestra" Gordillo (Miguel Ángel Yunes, Roberto Campa Cifrián, Francisco Javier Yáñez Herrera, y el yerno de la "maestra") se manejarán recursos del erario federal por más de 105 mil millones de pesos. Y como parte del contubernio establecido entre ambos, Elba Esther Gordillo moverá -ahora sí- sus poderosas influencias -porriles y gangsteriles- dentro del SNTE en contra de la sección 22 del sindicato magisterial en Oaxaca para convalidar la creación de una nueva sección, la sección 59, como el paso indispensable para el eventual aniquilamiento de un grupo opositor sentenciado a desaparecer al no serle ya útil a los maquiavélicos Yunquistas que usaron el conflicto de Oaxaca para inducir el voto del miedo entre la población mexicana. Pero de nueva cuenta, a Felipe Calderón ya no le importan las críticas que pueda recibir por estos abusos de poder, porque al fin y al cabo para esto es el Señor Presidente, y si a alguien no le gusta lo que está haciendo el nuevo orden pues entonces no le quedará más remedio que aguantarse o largarse de México.

Es mucho lo que podría decirse de la mala fama que se le atribuye al yerno de Elba Esther Gordillo. En lo que a nosotros nos concierne, es importante saber que, desde mucho tiempo atrás, desde antes de la celebración de las elecciones presidenciales del 2006, ya se conocían los cuestionables antecedentes del yerno de la "maestra". Y estos cuestionables antecedentes eran del dominio público, Felipe Calderón sabía de ellos, y aún así no le importó meterlo en una Subsecretaría tan importante. Pero si hemos de darle credibilidad a lo que Fernando González nos dice, pues entonces habremos de darle credibilidad también a lo que se le ha escapado de su lengua floja, la cual nos permite estudiar las tácticas utilizadas por la otrora leal (¿?) priista Elba Esther Gordillo para seguir aferrada de por vida a las redes del poder con la ayuda incondicional del PAN-Gobierno.

Los numerosos favores y privilegios inmerecidos concedidos a la "maestra" Gordillo que le fueron otorgados por el ahora "presidente" Felipe Calderón le fueron dados por éste último pese a que él como presidente oficial de México estaba perfectamente bien informado y enterado de la enorme fortuna amasada por una de las mujeres más corruptas de México, tales como sus bienes inmuebles en el Distrito Federal valuados en 6.5 millones de dólares (además de los bienes inmuebles que posee en el extranjero que también suman una fortuna considerable), una fortuna producto de la ambición desmedida y del saqueo y el desvío indiscriminado de los recursos del erario público, la prueba palpable de una corrupción sin precedentes por la cual esta mujer amoral debería de haber sido castigada y metida a la cárcel en vez de haber sido premiada por sus traiciones en favor de la causa de la extrema derecha mexicana. Esta impía bonanza, forjada a expensas de los limitados recursos del erario público, eventualmente alcanzará no sólo a la "maestra" Gordillo y a sus familiares cercanos, sino a todos aquellos asociados a ella, a todos aquellos cómplices suyos en las incontables corruptelas sindicales dentro del SNTE que, ahora sí y de manera confirmada, continuarán por lo menos por otros seis años, el tiempo que durarán Felipe Calderón y sus asesores Yunquistas en el poder. Y si quien a sabiendas y con pleno conocimiento de causa solapa y protege a los corruptos convirtiéndose con ello en cómplice de la corrupción, ¿qué puede decirnos ésto sobre el verdadero Felipe Calderón, un hombrecillo muy distante de aquél "salvador" de México que estuvieron promocionando los grandes consorcios mediáticos afines al PAN-Gobierno? A estas alturas, demasiado tarde, quizá muchos panistas de base no afines a la causa del Yunquismo están meditando ya seriamente sobre las consecuencias que tendrá para todo México el no haber reaccionado a tiempo para cerrarle el paso a lo peor de lo peor que se ha gestado en este país, dándose cuenta demasiado tarde de que les tomaron el pelo en toda la medida.

Durante la campaña presidencial del 2006, fué notorio el contraste del por qué mientras que el candidato izquierdista AMLO ya había dado a conocer los nombres de varios posibles integrantes de su gabinete presidencial, el candidato Felipe Calderón mantuvo esta información bajo siete candados, e inclusive ya pasadas las elecciones se esperó varios meses, hasta el último momento, faltando unos cuantos días para la ceremonia "oficial" de toma de posesión, para dar a conocer estos nombres. Y las razones para tanta secrecía ahora son obvias: una buena parte de los "seleccionados" para puestos clave habría hecho caer muerto de verguenza a cualquier político y le habría costado a Felipe Calderón su derrota en las urnas.

Es importante recordar que, durante la campaña presidencial del 2006, el candidato presidencial López Obrador ofrecía en su plan de gobierno universidad para todos sin distinción de clases sociales, quitándole a la educación superior en México su carácter elitista, preparando así el terreno para que el país pudiese recuperarse de su grave rezago educativo acumulado durante el sexenio foxista, un paso indispensable para que México pueda estar en condiciones de poder competir a nivel mundial con otros países como Corea del Sur, Inglaterra, Alemania y China. Y resulta que su oponente Felipe Calderón, ése que según los grandes monopolios mediáticos afines a la causa de la extrema derecha, no era un "peligro para México" como López Obrador, en una de sus primeras acciones "gloriosas" de gobierno propone precisamente lo contrario a lo que proponía López Obrador en materia educativa. Pero en su blog del 8 de julio del 2006, Spectator ya había advertido a sus lectores y al pueblo de México que estas cosas típicas de una ideología que sólo ve y sólo sirve a las clases privilegiadas comenzarían a suceder en cuanto Felipe Calderón se instalara en la silla presidencial, y los vaticinios de Spectator se han estado cumpliendo al pie de la letra. De manera que, ¿por qué habrá de asombrarse alguien de ver y darse cuenta que comienza a suceder lo que a fin de cuentas tenía que suceder? Y lo peor está por venir. Se hace hincapié aquí de que el asalto en contra de la educación superior pública en México por parte de la ultraderecha sólo ha sido postpuesto, más no desechado, con las baterías del PAN-gobierno enfocadas al principio en contra de la UNAM. Sí, la UNAM, esa universidad gratuita considerada entre las cien mejores universidades del mundo, con la cual la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara tiene muchas cuentas pendientes a causa de las verdaderas razones que llevaron a que la Universidad Autónoma de Guadalajara fuese desincorporada de la UNAM a finales del siglo pasado.

Y se enfatiza que el golpe en contra de la educación pública superior ha sido postpuesto porque a fin de cuentas la vil intención de Felipe Calderón de mutilarle los fondos públicos de subsistencia a las universidades públicas de México terminó siendo objeto de críticas tan duras, que al mismo Congreso de la Unión no le quedó otra alternativa más que "congelar" ésta iniciativa... ¡inclusive con el apoyo de la fracción panista!... dejando así éste plan en "reserva" para otros tiempos más propicios en los que las cúpulas ultraderechistas puedan actuar más abiertamente y con mayor impunidad, dejando mientras tanto que los grandes consorcios mediáticos al servicio incondicional del nuevo orden disculpen como una simple "equivocación" sin trascendencia esta primera gran intentona del gobierno del nuevo pro-Yunquista pro-ultraderechista Felipe Calderón Hinojosa a quien sólo le faltaba llegar a la silla presidencial para quitarse su máscara. Naturalmente, este "maquillaje" propagandístico dado al entrante gobierno calderonista por los grandes consorcios mediáticos no viene gratis, tiene un costo, además del costo social, en la manutención de enormes privilegios multimillonarios que el mismo PAN en otros tiempos en los que era minúscula oposición había exigido terminar.

Quizá la acción más temible del nuevo orden sobre todos los mexicanos es la intención inmediata de Felipe Calderón y sus asesores de la extrema derecha de fichar a toda la población mexicana con fines de vigilancia y control, una noticia aparecida como noticia de primera plana en muchos diarios del país:





, lo cual estará a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública (en la Alemania Nazi, la misma tarea estuvo a cargo de la Gestapo) argumentando peregrinamente que esto se hará para "evitar fraudes de identidad y abusos en programas sociales" (¿?), una acción sin precedentes que ni siquiera el PRI en los tiempos más duros de su represión se atrevió a hacer en sus siete décadas en el poder, quizá porque esta acción considera a todos los mexicanos sospechosos por igual ante el Estado; o más claramente, considera a los mexicanos culpables de "algo" hasta que hayan demostrado su inocencia ante el Estado, una cosa totalmente contraria al más elemental principio del Derecho que asienta que todo acusado es inocente hasta que no se le haya probado debidamente su culpabilidad en algún delito ante los Tribunales. En un país como Estados Unidos, esta terrible invasión de la privacidad equivaldría a que una agencia como el FBI ampliara su banco de datos para tener plenamente identificados con fichas signaléticas no sólo a los delincuentes que hay en los Estados Unidos y que ya tiene entre sus listas, sino a todos los habitantes del país. Y, desde luego, no existe ninguna garantía, absolutamente ninguna, de que ésta información no será utilizada eventualmente en México con fines de control político como terminó siendo usada por los Nazis en Alemania y como podría terminar siendo utilizada por gente del Yunque, por lo que nadie, absolutamente nadie en México, será capaz de escapar ya de la siempre vigilante mirada del Gran Hermano, como si no bastase con el enorme control que ejerce ya la Secretaría de Hacienda sobre todo el padrón de sus causantes cautivos gracias al cual ha podido ejercer impunemente por décadas ese terrorismo fiscal que el PAN en tiempos mejores prometió que acabaría si llegaba al poder.

¿Y qué decir de los indocumentados mexicanos que por hambre y falta de empleos en México se han tenido que estar yendo del país, muchos de los cuales son deportados por la Migra y enviados de regreso sin un solo centavo en sus bolsillos? ¿Qué decir de estos pobres compatriotas por quienes Felipe Calderón durante su campaña prometió que haría todo lo posible para no dejarlos en el desamparo? Pues resulta que en plan económico para el 2007, Calderón, con todo dolo y mala fé, los omitió del gasto público anteriormente asignado a ellos. ¡No pidió un solo peso para 14 de los Programas de Protección de los Mexicanos en el Exterior! Peor aún, su gobierno de "prosperidad" será inaugurado con un aumento al salario mínimo para el 2007 de un peso con 90 centavos al día -apenas suficiente para comprar un chicle con qué mitigar el hambre por algunas horas- pese a que el artículo 123 de la Constitución ordena que "Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos", lo cual se antoja imposible de lograr cuando el salario mínimo será de 50 pesos diarios, y la única consecuencia lógica anticipable de esto será que la ya de por sí enorme brecha histórica entre los pocos enormemente ricos y los muchos enormemente pobres seguirá creciendo aún más a pasos agigantados, con cero esperanzas de mejoría. No en vano, tras el paupérrimo aumento a los salarios mínimos, han comenzado a proliferar por todo México poco a poco unas calcomanías pegadas a los carros que sólo dicen, sin mencionar a nadie de nombre, "A mí no me eches la culpa, yo no voté por él".

Lo que está sucediendo en México, el asalto de la ultraderecha Yunquista a las más altas redes del poder, tendrá repercusiones inmediatas, serias y profundas, no sólo para los mexicanos, sino también para los hermanos en otros países latinoamericanos, repercusiones que van más allá de la exportación que se está llevando a cabo de la propaganda, la indoctrinación, las tácticas y la enseñanza de los métodos sucios con los cuales la extrema derecha mexicana tiene planeado extender las redes ocultas de su imperio más allá de su frontera Sur. De esto nos dá buena cuenta un artículo de un prestigiado editorialista de El Universal publicado el 25 del 2006 bajo el título "Política Matraquera", en el cual aparece lo siguiente:

Pero si los latinoamericanos ven con profunda desconfianza a (Gerónimo) Gutiérrez (Subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina), la llegada de Cecilia Romero como comisionada del Instituto Nacional de Migración les causa alarma. Esa dependencia que pertenece a la Secretaría de Gobernación es la responsable de manejar la política de refugiados, que aunque muy maltrecha en los últimos años, jamás había sido puesta en manos de una persona tan profundamente ideologizada y con un potencial de destrucción tan elevado.

La señora Romero es la esposa de Federico Müggenburg, el ideólogo de El Yunque, la organización de extrema derecha que ha dominado al gobierno en los seis últimos años. Aguerrida militante del PAN, ha estado involucrada por años en asuntos internacionales, con beligerancia contra todos aquellos regímenes que no entran en su perfil ideológico y generado conflictos diplomáticos como por ejemplo con Cuba, que es la nación que pudiendo redefinir el rumbo de la política exterior calderonista, ha sido relegada por el Presidente debido a las presiones internas de los panistas.

La señora Romero participa en la corriente inflamatoria del presidente del PAN, Manuel Espino, quien recientemente generó rispidez con Venezuela y nuevas tensiones diplomáticas entre Caracas y México con sus declaraciones intervencionistas en el reciente proceso electoral en aquella nación. Enemiga rabiosa de la izquierda latinoamericana, que ha hecho importantes avances electorales en los últimos años, también es opositora frontal de posiciones progresistas y socialdemócratas.

Con ella no hay duda. Por su carácter y estilo, las políticas migratorias contra los indocumentados (centroamericanos y sudamericanos) serán reforzadas a palos -aunque le han quitado el control policial-, lo que generará tensiones no sólo con los centroamericanos que buscarán trato humano para sus ciudadanos, sino con los brasileños -cuya cancillería es enemiga histórica de la mexicana-, que han generado la nueva corriente migratoria hacia el norte, a través de la frontera con Texas.

Dureza contra los latinoamericanos y entreguismo ante Washington son las señales cruzadas que mandó Calderón a América Latina, donde tendría que estar reedificando el andamiaje que desde el gobierno de Carlos Salinas se comenzó a desmantelar. Pero si Romero es una enemiga abierta y declarada, Gutiérrez es un personaje desacreditado en esa parte del hemisferio.

El mensaje calderonista a la región es que el discurso latinoamericanista no termina de ser una retórica frente a la coyuntura electoral y su estrategia para legitimarse con acciones. Pero para efectos de la real politik, la dupla designada que verá los asuntos regionales representa una política de matracas sin sentido para lo que decía el Presidente que deseaba: una nueva era de relaciones con América Latina.

No hay señales salvo las epidérmicas con los países en toda el área, que tendrá que seguir esperando un nuevo despertar mexicano, pues las personas clave para relanzar las relaciones con toda la región están lejos de ser las idóneas para restaurarlas y reconstruirlas, y no eliminan la suspicacia que, en el fondo del corazón de este gobierno, en realidad lo que se quiere seguir haciendo es el trabajo sucio a Washington.


Entre los círculos Yunquistas, es mucho lo que se habla y se dice sobre Cecilia Romero Castillo:





Pero lo que se habla de ella en ese medio es como para preocupar profundamente a quienes no militando dentro de la extrema derecha y no siendo simpatizantes de estas ideologías fanáticas la verán asentada por seis largos años en un puesto de alto poder dentro del gobierno federal. Sin importar su sexo, esta mujer es ultra entre los ultras. Lo menos que podemos dejar aquí en claro es que el neo-fascista Federico Muggenburg encontró en ella a la pareja ideal, en todos sentidos, para hacerle coro y darle fuerzas en sus intrigas y en su fanatismo desbocado, así como ambos y sus correligionarios encontraron en Felipe Calderón un vehículo casi ideal para seguir sacando adelante sus planes a largo plazo. Sin embargo, Spectator no reproducirá ninguna de las cosas terribles que se dicen acerca de esta mujer, mucho más digna de temor que de respeto, en los corrillos de los extremistas del neofascismo, dejando mejor que con el paso del tiempo esta desagradable información salga a la luz pública por otros medios, preferiblemente de boca de algunos ex-Yunquistas que estén arrepentidos de lo que en su ingenuidad, su estupidez, o su maldad, han contribuído a hacerle a su propio país.

Del torvo esposo de Cecilia Romero lo menos que se podría mencionar es un episodio que tiene que ver con un asalto a una escuela preparatoria en la capital del país; y podemos leer en este cuestionable pasado de Federico Muggenburg lo siguiente:

Cuando el 'comandante' Fernando Baños gritó una orden, las 'escuadras' se distribuyeron instantáneamente, tomaron posiciones de combate, sacaron sus armas cuidadosamente elegidas, y emprendieron la agresión: con método, con conocimientos típicos de un 'comando' y con una decisión que sóla dá el fanatismo.

Pero hay otras cosas que nos interesan mucho más acerca del adinerado Federico Muggenburg, como el hecho de que este hombre siempre ha tenido excelentes contactos y relaciones con la clandestina sociedad ultraderechista Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, algo que posiblemente la mayoría de sus colegas co-fundadores de la también clandestina sociedad ultraderechista MURO aún ignoran. O como el hecho de que Federico Muggenburg es precisamente uno de los ultraderechistas fanáticos que fueron puestos al descubierto por el columnista de Excélsior, Manuel Buendía, en su columna "Red Privada", antes de ser asesinado a sangre fría por la espalda. De los amiguitos universitarios de Federico Muggenburg, Manuel Buendía escribió lo siguiente al hablar acerca del igualmente corrupto pseudo-economista ultraderechista Luis Pazos (uno más de los distinguidos beneficiarios económicos del "gobierno del cambio") :

Sus compañeros de entonces fueron Klaus Feldman, Federico Muggenburg, Antonio Quintana, Luis Felipe Coello, Víctor Manuel Sánchez Steinpreis, Manuel Antonio Díaz Cid, Fernando Baños Urquijo, Carlos Figueroa Sandoval, Ignacio Rodríguez Carreño, Gastón Pardo Pérez y Augusto Domínguez Guzmán...

Y tras dar los nombres de estos personajes siniestros, Manuel Buendía agregó quizá proféticamente algo sobre una enseñanza que a los cruzados del MURO sólo les podría haber llegado directamente de la Universidad Autónoma de Guadalajara:

Llamados los 'doce apóstoles', estos extremistas emprendieron una calenturienta aventura político-religiosa en que, según ellos, el dominio en las universidades habría de llevarlos al dominio en el gobierno del país. Y su ariete fue el MURO..."

Nadie se asombre de que, además del asalto montado por estos ultrafanáticos de la extrema derecha mexicana para afianzar firmemente entre sus manos las redes del poder utilizando a Felipe Calderón como vil pelele comprometido hasta el pescuezo con ellos, estén moviéndose ahora para afianzar entre sus manos los grandes medios masivos de comunicación oficiales como Notimex (no les es necesario hacer esto con un consorcio mediático tan grande y tan poderoso como TELEVISA, ya que a esta empresa supra-capitalista ya la tienen de su lado).

Precisamente en manos de esta clase de gente está poniendo en estos momentos Felipe Calderón el futuro de México y la seguridad y el bienestar de cien millones de mexicanos
.

En lo que a las duras críticas que los panistas de antaño hacían en contra de las organizaciones sindicales corporativistas con líderes sempiternos tales como la Confederación de Trabajadores de México (CTM) al servicio incondicional del partido-gobierno de aquél entonces, seguramente los fundadores del PAN volverían a caer muertos en sus tumbas si vieran que aquellos que terminaron apoderándose de su partido también echaron a andar algo equivalente en todos respectos a esas organizaciones sindicales corporativistas utilizadas por el partido en el gobierno, con la única diferencia de que estas estarán ahora al servicio incondicional del PAN-gobierno. Y nos estamos refiriendo de nombre y muy directamente al Consejo General del Trabajo (CGT). A diferencia de lo que suponen los despistados militantes de base, estas organizaciones no surgen por sí solas de la nada. Mucho antes de que hagan su aparición pública, hay un operativo previo de planeación con el cual los fundadores de estas organizaciones terminarán controlando tras bambalinas lo que se lleva a cabo en ellas, sin que la borregada tenga la menor idea de lo que se está llevando a cabo. De hecho, el CGT está infestado por gente de la Organización Nacional del Yunque quienes son los únicos que a fin de cuentas saben realmente lo que se está planeando hacer. Todos los demás son esclavos de la infiltración llevada a cabo por gente cuyos verdaderos intereses no tienen nada en común con aquellos ingenuos que se están dejando seducir por promesas luminosas. En este respecto, el CGT y otras organizaciones similares cuya creación también está en marcha en estos momentos son superiores a las que tenía el PRI para los propósitos de la ultraderecha. Y en lo que respecta a las ya existentes, basta con allegarse de la "lealtad" (¿?) de traidores como la "maestra" Elba Esther Gordillo del SNTE para que también caigan bajo la órbita oficial del nuevo gobierno las estructuras corporativistas heredadas del viejo régimen, cerrando de este modo las tenazas sobre el control de todo lo que sucede en México. Para lo demás, ya tienen a su servicio al CISEN, a los cuerpos policiacos de la Procuraduría General de la República, y al presupuesto entero de la Nación, todo al servicio de ellos. ¿Habrá alguien que todavía crea que será fácil sacar a esta gente del poder?

Así pues, Felipe Calderón va consolidando junto con quienes lo apoyaron en lo que ha sido su coronación forzada (porque no se le puede llamar de otra manera) la prolongación de la garra de la derecha y su dominante ultraderecha actuando como siempre en forma encubierta. Y de este modo, México entra hacia un futuro incierto, con una ultraderecha enquistándose cada vez más y más en las altas esferas del poder, posiblemente preparando ya las acciones a seguir para afianzar su permanencia en el poder con las elecciones presidenciales que habrán de venir en el 2012. Y las elecciones presidenciales que habrán de venir en el 2018. Y así por siempre, con todas sus funestas consecuencias no sólo para México sino para el resto de Latinoamérica y posiblemente para el resto del mundo. Hasta que ocurra algo que aún no han anticipado los neofascistas que se están apoderando de México desde las tinieblas en las cuales están acostumbrados a operar.